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martes, 18 de septiembre de 2012

Incertidumbre


Las calles de Nueva York eran todo un mar de gente, y de automoviles, yo siempre havia sido una de esas chicas tranquilas en el trafico, nunca me desesperaba; este dia no era la exepcion, los coches sonando el clakson para que avanzara la fila, los taxis creando caminos por todos lados que pudieran, claro menos las aceras abarrotadas de gente que se dirigia a sus casas despues de una larga jornada de trabajo o algunos pocos que se dirigian a su trabajo nocturno. Cristian a mi lado escuchaba la musica que ahora sonaba Princes of China Feat. Rihanna, no era mi favorita aunque era muy  buna la mescla de altos y bajos. Cristian tarareaba el segundo estribillo cuando por fin cruzabamos el puente hacia Bronx las calles ya no estaban tan llenas y se podia manejar muy comodamente, me alegro que Cristian se sorprendiera con el coche, habia sido una de sus mejores expreciones hasta el momento, como el niño que pierde un cochecito, o un jugete muy querido y despues de mucho tiempo llega a encontrarlo.
En la parada de un semaforo Cristian me apreto la mano y me hizo que lo volteara a ver con la cara aun sorprendida, no me esperaba su contacto de momento.
-¿Estas bien?-Me dijo- Pareces preocupada desde que salimos del apartamento.
-No es nada-Menti- Es solo que ya no puedo esperar por llegar a la fiesta, hacia tanto que ya no iba a una que ya las extrañaba.
Me senti culpable porque le mentia a cada que trataba de averiguar lo que en verdad tenia, sabia que el podia leer la mentira en mi cara, y en mis ojos, el sabia bien que algo estaba mal, y que se podia poner peor y que yo era la que siempre me ponia en peligro extremo.
-¿Estas completamente segura de que quieres ir?-Me pregunto escudriñando mis ojos en la poca luz que daban los edificios de lejos.
-Claro, despues de todo. No me podia safar de esta- Dije fingiendo un poco de optimismo.
-Bien- Y aparto su vista de mi, su voz habia sido tosca no le gustaba que le mintieran pero tampoco podia hacer que el se pusiera en peligro junto conmigo, tampoco era bueno que se pusiera en un plan que no me dejara ir y me obligara a regresar al apartamento mientras el iba a el club y aberiguaba que era lo que Danny tenia que decirme con tanta urgencia.
Saque mi celular de la bolsa rapidamente, antes de que volviera a cambiar el semaforo a verde.
"Nos vemos en 2PM35"
Danny y yo siempre que ibamos a ese bar club asi nos comunicabamos, esta vez queria estar algo lejos de la pista de bile la discoteca no se me apetecia nada, vampiros tambien iban ahi pero era un lugar publico y no atacarian de ninguna manera, no se querrian exibir. Lo que le mande decía segundo piso mesa treintaicinco. El semaforo cambio cuando termine de enviarlo. Acelere y me mantube a una velocidad constante, no queria acerlerar las cosas mas de lo rapido que iban. Llegamos al lugar y me estacione en la misma cuadra en al que estaba el bar, habia ya gente bailando y las luces salian hasta la calle, retumbaba todo lo que estaba al alcance de el local, hasta parecia que se iba a venir abajo. Era un bar de dos pisos con alusivos letreros de neon, las ventanas estaban oscuras, y la gente hacia fila al final de la puerta donde dos guadra espaldas estaban recardados checando que los que entraran fueran mayores de edad, las chicas en su mayoria lleban un vestido corto con lentejuelas, o algo brillante, zapatos de tacon que apenas las iban a dejar bailar, y platicaban emocionadas con sus amigas que iban casi igual que ellas, en la fila distingui de inmediato que unos eran vampiros y otros humanos, los chicos hechandose de bromas, dandose de golpes en el hombro, riendo a carcajadas, y mi estado de tension no desaparecia, con lo mal que han estado estos dias, que desaparesca esas sensacion en casi un milagro, aunque no esperaba que pasara. Cristian desendio de el coche antes que yo mientras yo ponia el seguro al coche, acomodaba un poco mi cabello y mi maquillaje, a sabiendas que nadie se iba a fijar en mi, pero siempre habia que ir presentable a un lugar. Me habia distraido tanto que cuando baje de el coche no fui capaz de escuchar como los chicos me chiflaban o me gritaban de cosas lindas, y se quedaban mirando mi coche, era una reaccion demaciado normal de ese tipo de chicos, jovenes, sin experiencia, andar por ahi haciendo desastre o de fiesta en fiesta, saliendo con chicas, tratando de ganar dinero con apuestas, fumando y tomando drogas y alcohol. Era las cosas tipicas que los chicos hacian a esa edad, lastima que nisiquiera sabian que habia un peligro latente que los mataba y servian de alimentos para otros. No les preste atención pero pude notar que los chicos que me chiflaban o hacian alguna tonteria para llamar mi atención Cristian se tensaba cada vez mas, incomodo; y lo comprendia, avance a pasos grandes con mis tacones, sabiendo que todas las chicas estarian mirandome, o señalando o se limitarian a chismear de algo. Me acerque a los guaruras y estos se me quedaban viendo, pasando sus ojos por Cristian y regresando a mi. Eran unos tipos grandes, y con musculos se les veia en forma.
-Venimos con Danny, ¿Podemos pasar?- Ya que una cadena nos impedia el paso, y ninguno de los guardias hacia nada para moverla.
-Si, claro pasen.-Dijo uno de los guardias, al moverse para descolgar la cadena lo hizo lentamente como si temiera que entraramos y mataramos a todos, o tal vez noto que Cristian tenia los ojos amarillos ¿Habia olvidado ponerse los pupilentes? De inmediato mi postura cambio, aprete los musculos listos para pelear, pero no se dio lugar; simplemente se limito a abrirnos la cadena dejarnos pasar y volver a ponerla en su lugar.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Fiesta, fiesta de miedo


No, no podía pensar en el como tal, un experimento, de esos que se ponen aprueba medicamentos o cosa así. Aleje estos molestos pensamientos de mi mente y con ellos se fue la confusión.
-¿A donde vamos?, Dijiste que era una fiesta, pero ¿Desde cuando te gusta estar en el peligro mortal varias veces?-Dijo Cristian encajando una ceja
-No es peligro mortal, Cristian. Lo admito hemos tenido muy malos días últimamente, pero creo que un respiro de tanta tensión nos vendría bien y ademas es viernes, es que acaso tu no eras de el tipo de chicos que salia de fiesta cada fin de semana con sus amigos, y se la pasaban acosando chicas, haciendo bromas pesadas y cosa imedia?-Dije mientras salíamos de el apartamento y yo cerraba con llave. La metí a mi bolsa, y saque las llaves de el coche.
-¿Un coche?- Y Cristian me regalo la exprecion de sorpresa que estaba esperando.
-Bueno, bueno, soy mayor de edad papa puedo conducir- Le solté de broma mientras nos dirigíamos al elevador y las puertas eléctricas se abrían dejando ver las personas que lo ocupaban, nos hicimos a un lado para dejar pasar a la gente, pero un señor vestido de traje negro, rondaba entre los 40 años de edad me miraba no directamente pero sus ojos no se iban de mi rostro, empezaba a sentirme muy incomoda, no se supone que la gente te vea así con tal interés al bajar de el elevador o si?
Me dio igual, quizás y estaba tan linda que no se resistía a quedarse me viendo, pero esta vez como en el baño me reventé mi burbuja de felicidad, entre sin preámbulos al elevador y las puertas se cerraron, alejando de mi rostro la mirada intrigada e interesada de ese señor, aunque la sensación de su mirada sobre mi no desaparecía. Me heche a la loca, estaba mal que sospechara de cualquiera que me mirara así, era la sheriff del condado se supone que no debo perder el control solo por que un señor me vea.
Descendimos con el típico traqueteo de el elevador, Cristian en una esquina opuesta a la mía recardando la espalda contra la pared, esa posición le daba un aire despreocupado, como todo joven, debería tener. Sentí una gran tristeza por el, si esto no le hubiera pasado justamente a el, estaría en casa, estudiando preocupado por los exámenes semestrales, problemas con la novia, los padres. Cosas normales en vez de estar atrapado entre la espada y la pared.
-No pareces estar muy de humor para una fiesta, aunque ya te mencione que estas muy guapa hoy?-Dijo señalándome, mientras el elevador seguía su descenso.
Me sonroje al escucharlo decirme eso, el concediéndome guapa? Si estaba en un sueño que no me despertaran!
Solté una risa nerviosa.
-Es solo que después de tanto ejercicio creo que esto es demasiado delicado- Dije haciendo un gesto con mi cara, indicando mis zapatos de tacón, eran cómodos pero a la vez sabia que si necesaria correr, no serian de gran ayuda.
-Se a lo que te refieres-Dijo asintiendo pensativo
-Pero de todos modos, es bueno que podamos tener una vida social-Dije recuperando mi optimismo y mi sonrisa.
-Claro- No se le veía muy animado y me hizo preguntarme si el antes de que me conociera y este lió se desatara tuviera una productiva vida social, o si era de aquellos chicos matados de la escuela que pocas veses eran invitados a la fiesta de la hermandad, del celibato, de la escuela, de graduación y todas esas cosas a las que yo estaba acostumbrada.
El elevador se debuto y las puertas se abrieron y dejaron ver el vestíbulo, la secretaria estaba recogiendo sus cosas, en poco tiempo su turno acabaría, las luces de el vestíbulo estaban encendidas, en la mesa que estaba junto a los sofás estaba el periódico de hoy, en letras grandes el titular decía "Mas muertes, ¿Esto parara?" Moría por detenerme y leer el articulo completo, ¿Quien había muerto ahora?¿Aqui en Nueva York?¿Seria de los nuestros o de los humanos? No podía imaginarme de quien serian ahora las victimas. Pero no deje que eso me arruinara la diversión, camine decididamente a la calle, con Cristian  siguiéndome fiel mente a mi lado, caminando tranquilamente con la mirada hacia la puerta de cristal, pero no podía pasar por alto aquel brillo en sus ojos, parecía aterrado de salir de la seguridad que le proporcionaba el hotel. Empuje la puerta, no me espere a que el lado caballeroso de Cristian apareciera. La calle estaba abarrotada de gente que salia de sus trabajos tranquilamente y se dirigian a sus casas, o aquellos adolescentes que acaban de salir de la universidad y hacian señas a los taxis para que se detubieran. Mi coche estaba estacionado al bloque de atras del hotel, siempre ewstaba ahi en caso de que nesecitara huir de urgencia. Asi que al doblar la calle, Cristian abrio los ojos temendamente y me dio de nuevo esa cara de sorpresa. Estaba cada vez mas complasida de ver esa exprecion deslisarsele por el rostro.
-¿Un Lamborgini?-Solto
-Claro, lo compre hace un mes-Dije mientras ibamos hacia el coche, y desactivaba el seguro de las puertas, mi Lamborgini era negro un murcielago, me habia encantado el dia que lo habia comprado, fue un sueño hecho realidad. Lo cuidaba muy bien desde entonces, llegamos al coche y yo abri la puerta del el piloto, entre y me instale, puse mi bolso en la parte de atras junto con unas armas que traia escondidas en la parte de el maletero, Cristian entro y se poso en el area de el copiloto, asombrado de que tubiera un coche así, y que aun asi viviera en un apartamento.
-Woow! si que te gustan los coches deportivos-Me dijo mientras se ponia el cinturon de seguridad y yo arrancaba el coche.
-Ajá, siempre me han encantado-
-Era mi sueño tener uno como estos-Dijo tocando el tablero, y sus botones, activo la radio y la cancion de Paradise de Coldplay se escuchaba.
-Amo esta canción-Dijo mientras cerraba los ojos y dejaba que la melodia fluyera por sus oidos.
-A mi igual-Abrio los ojos de repente y los enfoco en mi
-¿De verdad?-
-Claro, Coldplay es una de mis bandas favoritas-
-Eso es super, de las mias igual.-
Nos reimos al unisonido, mientras yo manejaba y nos dirigiamos hacia una noticia que dejaria a todo el condado del submundo helado, y temblando de miedo.

lunes, 3 de septiembre de 2012

¿Preparados?

Trate de relajarme, toda esta semana habia sido muy estresante, corriendo por los tejados, persiguiendo a Cristian, y la confucion de mis sentimientos, y ani sabia que era o que tenia con Cristian, pero la palabra novio no estaba en mi vocabulario y tampoco la queria incluir pronto, Cristian estaba todavia sentado en a cama, absorto en sus propios pensamientos, no podia encajar con mi cuarto, habia algo en el que me hacia ensar eso, al igual y era su belleza, o su forma de ser, Alto. ¿Yo estaba pensando eso? Hacia 2 semanas que ni lo conocia, ni sabia de su existencia, y en menos de una semana esto se habia vuelto una total locura, la tarde paso y Cristian y yo nos quedamos por un rato ahí, inmobiles pensando, y demas. Cristian se paro y estiro su cuerpo, hasta que la mayoria de sus articulaciones sonaron, el habia estado mucho tiempo sentado, me dijo que se iba a dar una ducha, y lo deje irse sin otro gesto mas que un simple asentimiento, no me movia de mi lugar, facilmente habian pasado horas. Nesecitaba hablar con alguen eso me sentaria bien. El celular que dejaba en casa sono, estaba en mi escritorio y el leve y corto sonido me informo que era un SMS, hice un terrible esfuerso para descongelar cada parte de mi cuerpo, cuando al fn lo logre, el celular ya llebaba 5 timbrasos, me acerque a pasos pequeños a la mesita, recogi el celular negro un Blackberry que levaba mucho tiempo ahi, y solo 3 personas concian el numero Danniel, Dayanna &' Santanna claro que sin contarme a mi. En la pantalla mostraba el nombre de Danniel junto con su numero. ¿Qué querria ahora? Mi cuerpo que normalmente cuando recivia comunicacion de Danniel era por algun tipo de problema, pero hubo algo extraño, ya que no temi abrir el mensaje nisiquiera lo pense dos veses. El mensaje era corto.

"Reunete conmigo en 64th Nouth Street en Bronx, lleva contigo a Cristian, se de los mensajes"

No lo dude, me meti a dar una ducha caliente pero rapida, no sin antes mandarle un mensaje de respuesta fijando la hora.

"A las 11:30"

El lugar en el que queria que nos vieramos era un bar-antro comun de Bronx y siempre habia mucha gente ahi, queria que nos vieramos en un lugar publico, tipico de el. La ducha me relajo los tensos musculos, el olor a mi shampoo me relajo y me hizo sentir normal y asalvo, me enjuague mi cabello y puse un poco de jabon liquido corporal en una esponja.

-¿Estas ahí?-Era la voz de Cristian y se escuchaba detras de la puerta.
-Sí, espera afuera.-Dije alzando un poco la voz
La sensacion de estar asalvo se esfumo como una burbuja reventada, y regrese a la realidad, me enjuague, cerre la llave del agua, me seque con mi toalla y me dirigi a donde tenia mi armario, saque una ropa de fiesta: Una playera blanca ajustada con lentejuelas, y mi falda corta de color dorado que le hacia juego a mi playera de lentejuelas. Me calce unos tacones de 7cm. y me fui al espejo, active la secadora que previamente habia metido al baño y me seque el cabello, dejandolo mas liso de lo normal, desconecte la secadora y puse la plancha y mientras esperaba a que se calentara saque de uno de los cajones mi bolsa de maquillaje y una clia para poder separarme el cabello, me lo planche y cuando termine me maquille, me puse ojos ahumados que profundizaban mi mirada y brilllo de labios, base, rimel, y de mas. Quede muy mona, era mi look de fiesta, casi siempre iba asi, aunque aveses preferia usar cafes, o bronces. recogi una parte de mi cabello y la lleve a la parte de atras de mi cabello, la prendi ahi en su lugar con una horquilla y como ultimo detalle me puse perfume.
Sali de el baño y me contre con Cristian recostado en contra de la pared de la puerta.
-Por fin terminaste-Dijo con tono burlon
Le dedique una pequeña sonrisa,
-Arreglate, iremos de fiesta-Dije con animos, tenia ganas de salir de la rutina de correr, estar llena de sudor, y el cabello totalmente descontrolado. El se retiro de mi cuarto dejandome sola, fui a mi closet y saque una bolsa negra pequeña y meti mi celular, las llaves del apartamento, y las llaves de mi carro. Queria que por lo menos Cristian, alguna vez se llevara una sorpresa de mi, y estube segura de que este era un buen momento para presumir.
Solte una pequeña risa, sali de mi cuarto y fui a la sala, cerre el balcon con llave, y tambien la de mi cuarto, sin que Cristian se diera cuenta me dirigi al cuarto de lavado, saque un arma y la meti a mi bolsa, pasaria totalmente desapersivida y Danniel era uno de los socios preferidos de el dueño, tenia cierta inmunidad, sali de el cuarto y me fui a la sala para esperarlo, salio de su cuarto con unos vaqueros ajustados una playera Polo y los cabellos gueros sueltos jamas se lo recogia o por lo menos el jamas lo ha hecho enfrente de mi. Me dejo sin aliento, parecia un angel. Me recorde a mi misma que ese tipo de cosas no deberian rondar por mi mente, que no deberia sentir ganas de besarlo, que no podia enamorarme de el, yo era la Sherif de mi condandado, y el un presunto experimento de laboratorio.